domingo, 27 de enero de 2008

¿Víctima tú? ¡Anda ya!

Pues sí, eso es lo que le digo directamente al señor (por llamarle de alguna manera) Tomás Delgado. Sí, sí; ése que atropelló a Enaitz Iriondo y le mató. Sí, sí; ése que le pide ahora a sus padres 20.000 € para cubrir los daños de su pobre coche, un Audi A8. Porque claro, supongo que todo el mundo sabe que un Audi es un Audi y no podemos comparar la vida de un joven de 17 años con un Audi, ¿quién se atrevería a hacer semejante barbaridad? ¡Si la culpa la tuvo el chaval por ir en bicicleta!
Vamos, que como me encuentre por casualidad a Tomás Delgado por la calle... ¡Se lleva cuatro frescas como poco!
Aquí pongo dos enlaces de 'El Periódico', para que disfrutéis un ratito con las lindeces de este buen hombre víctima de un adolescente alocado que le destrozó el coche... ¡Increíble!

viernes, 18 de enero de 2008

Virus y más virus

¡Hola de nuevo a tod@s!
Aquí estoy otra vez, kleenex en mano, intentando escribir algo coherente en un pequeño descanso de correcciones.
Sí, estoy corrigiendo los dossiers de Sociales. Hoy he llegado a clase y he pedido los dossiers a los del B. Ya los podéis ver a todos corriendo, organizándose, pidiendo clips, de todo. El caso es que en su momento avisé que los podía pedir en cualquier momento y desde el día 9 de enero les estoy avisando. Pues eso, aquí corrigiendo.
Hoy quiero hablaros de una gran amiga mía a la que, quienes me conocen, seguro que ya saben quién es. Es muy imprevisible, inoportuna diría, y el caso es que siempre aparece cuando menos te lo esperas. A veces viene acompañada de otra amiga a la que no puedo ver ni en pintura porque me produce dolor de cabeza, pero c'est la vie! Cuando aparecen las dos no tengo más remedio que poner buena cara y poco más. Aguantar.
El problema es que hay una tercera que también va con ellas y que es pesada pesada, muy pesada, más bien cargante. Por suerte, no siempre van las tres juntas y en ocasiones (alguno diría: en ocasiones veo muertos, ¡¡aún me acuerdo!!) viene y va. Va pululando, como las mariposas.
A quien menos soporto es a la primera; es que es tan ...; cuando aparece se hace de rogar. Le tienes que pedir, más bien suplicar, que se vaya. Pero ella, a la suya; se va cuando le da la gana. Tal cual, así de maja es.
Os las presento; la segunda de ellas se llama Fiebre, la tercera, Moquera. ¿Adivináis quién es la primera?
¡Bingo! Es mi querida amiga TOS. ¡Volvemos a las andadas!
Un beso para tod@s.

miércoles, 9 de enero de 2008

Hoy va de arañas

¿Quién me iba a decir que algún día hablaría de esto? ¡Vaya tela! Pues bien, si el otro día hablaba del fuego, hoy hablo de arañas.
¿Por qué? Pues porque llevo dos días en el instituto y llevo dos días viendo arañas. Ayer, a primera hora, una araña de esas grandes, marrones y feas estaba 'pululando' por el techo de una de las clases. ¡Menuda bienvenida! ¡A ver quién le dice a uno de los niños que la mate y le pongo un positivo! No había nadie que se atreviera (fue en ese momento cuando me acordé de las clases que hicimos en el patio con los de 4º hace dos años...).
Pero es que ahí no acaba la cosa. Hoy, también a primera hora, cuando estoy a punto de irme de clase, veo en la pared otra araña (verde fluorescente, ¡lo juro!) 'pululando' por la pared, al lado de la pizarra. Un pobre inconsciente se ha acercado a cogerla y lo único que se ha llevado ha sido un grito mío seguido de un pseudo-manotazo.
¡Qué no! ¡De arañas nada de nada y menos en mi presencia! ¡Qué asco!
¡Hala! Me pongo a trabajar un poco más que ya me están empezando los picores por hablar de estos bichos...

sábado, 5 de enero de 2008

Va de sueños

Kerstin comentaba un sueño que tuvo y hoy me pongo aquí cinco minutitos (mientras se seca el suelo porque acabo de fregar) para contaros el sueño que tengo desde hace ya tres días.
He vuelto a coger la buena costumbre de leer un poco antes de irme a dormir. Como el otro día tenía frío, cogí la estufa y la puse en ratito en la habitación. Me quedé dormida. Soñé (de esos sueños rápidos de media horita porque luego me desperté) que había un cortocircuito con la estufa y que se prendía fuego. Me despertaba, tan tranquila, lo apagaba y volvía a dormir.
Pues el sueño lleva repitiéndose ya tres días, lo que pasa es que en estos dos últimos días no me despertaba. Se prendían fuego las sábanas y empezaba a quemarme y, en mi subconsciente, yo iba diciendo que me estaba quemando pero no podía despertarme... ¡Le estoy cogiendo una manía a la dichosa estufa! ¡No lo sabéis bien!
El caso es que me pongo la estufa un ratito, me levanto y la pongo en su sitio, no vaya a ser que se prenda fuego de verdad (¡uff!) y al menos si está lejos me llegará antes el olor a quemado, ¿no?
¡Vaya paranoia! A ver si empiezo a soñar algo distinto esta noche... Ya me estoy cansando de quemarme...
Por cierto, ¡aprobé el examen de Francés!