Pues sí, eso es lo que le digo directamente al señor (por llamarle de alguna manera) Tomás Delgado. Sí, sí; ése que atropelló a Enaitz Iriondo y le mató. Sí, sí; ése que le pide ahora a sus padres 20.000 € para cubrir los daños de su pobre coche, un Audi A8. Porque claro, supongo que todo el mundo sabe que un Audi es un Audi y no podemos comparar la vida de un joven de 17 años con un Audi, ¿quién se atrevería a hacer semejante barbaridad? ¡Si la culpa la tuvo el chaval por ir en bicicleta!
Vamos, que como me encuentre por casualidad a Tomás Delgado por la calle... ¡Se lleva cuatro frescas como poco!
Aquí pongo dos enlaces de 'El Periódico', para que disfrutéis un ratito con las lindeces de este buen hombre víctima de un adolescente alocado que le destrozó el coche... ¡Increíble!